Amanece un día nuevo, mi papá está frío e inerte, le he dado un beso de despedida. Todo lo demás se mueve y sigue su curso, menos él que nos contempla. Todo es perecedero, menos el amor y los sentimientos.
- Veo su nombre y no me hago a la idea de que ya no está, me hablan de él, me veo con él, no puedo creer que dejó de existir, quizás porque está más en nosotros que nunca. A veces decía que iba a buscar la vida, cuando ya no tenía que buscarla, se le escapó -
Te quiero papá.
miércoles, 20 de junio de 2007
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