domingo, 3 de agosto de 2008

la medida de uno mismo

La vida se escapa sin apenas haberla vivido. Recuerdo que me decía que si tuviera veinte años ahora se comería el mundo, con todo lo que sabía entonces.
Es quizás... demasiado corta, no obstante, hay días que no transcurren, todo te golpea de frente, los que se han ido y ya no volverán, los que se quedan con lo que viviste con ellos.
Hay días que los recuerdos son tan fuertes, que la ausencia te quema por la imposiblidad de no poder hacer nada.
Entonces uno mira a los que están antes de que ya no lo estén, uno se mira a sí mismo antes de que ya no se pueda mirar y ve, en que ha empleado todo su tiempo y en que lo sigue empleando...es cuando uno decide vivir sus sueños, antes de que ya no pueda soñarlos.

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